La Madre Divina, es una figura que ha estado presente y ha tenido una gran relevancia a lo largo de toda la historia, de las civilizaciones y de las religiones.

La Madre Divina, ha recibido muchos nombres, Isis, Afrodita, Venus, Kundalini, Artemisa, Virgen María, etc. Para todos la Reina de los Cielos, la madre del Ungido.

Cada uno de nosotros tenemos en lo más profundo de nuestro corazón, a nuestra Madre Divina particular, (individual de cada uno). Nuestra Madre espiritual, al igual que hace nuestra madre del mundo físico, siempre está pendiente de nosotros, cuidándonos, protegiéndonos y ofreciéndonos su ayuda.

La manera de pedirle a nuestra Divina Madre debe de ser sencilla, como la de un niño pidiendo a su madre, con sencillez. ELLA tiene su morada en nuestro corazón y es hacia él hacia donde debemos dirigir nuestras oraciones.

En la religión cristiana la Virgen María representa a la madre de Jesús el Cristo. En el aspecto espiritual de las personas, en nuestro mundo interior, la Virgen del Mar o Stella Maris también es la madre de nuestro Cristo Interno.

Sin ella, el despertar de la conciencia, la autorrealización y el nacimiento del Íntimo, no es posible, siendo fundamental en la eliminación de nuestros defectos psicológicos y para nuestro avance definitivo en el camino espiritual.

¿Por qué es tan importante nuestra Divina Madre en la eliminación de nuestros defectos?

En la vida diaria debemos de mantenernos pendientes de nosotros mismos, de instante en instante, observando nuestras reacciones interiores (pensamientos, sentimientos, instintos, movimientos, etc.) ante las circunstancias o sucesos en los que nos encontramos.

En este estado tan especial de auto observación, podremos ver cómo aparece (por ej. un “Ego de orgullo”) en la mente un pensamiento de superioridad, en la zona del corazón una emoción negativa y nuestro cuerpo reaccionará con una mala mirada o una actitud agresiva.

El estar en auto observación, nos da la posibilidad de no reaccionar automáticamente de una manera inapropiada o inconsciente que podría hacernos sufrir o perjudicarnos o perjudicar a otros.

Pero si en el instante en que se está o están manifestando esos defectos, no le pedimos a nuestra Divina Madre que los elimine, se volverán a presentar en otra situación parecida y nos volverán a producir esos sufrimientos y dolor que ocasionan cada vez que se manifiestan.

Por eso es fundamental nuestra Madre Divina, porque ella es la única que puede reducir a cenizas nuestros defectos (Yoes).

¿Cómo elimina nuestros defectos?

En el momento que veamos a nuestros defectos “Egos” manifestarse en nuestro interior, en ese mismo momento, con fe  y de una manera sencilla, como cuando un niño le pide algo a su madre, entoces diremos (por ejemplo): “Madre elimínalo” y ella se encargara de ir eliminándolos.

Este es el inicio del camino que lleva al despertar de la conciencia, en el cual obligatoriamente debemos de ir de la mano de nuestra Madre Divina particular.

Temas de Interés:

  • La Autoobservación
  • La Muerte
  • El Desdoblamiento Astral

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